Psicóloga (Col. 29285), Psicoterapeuta Cognitivo-Humanista, Arteterapeuta e Investigadora con más de 20 años de experiencia.
Inicié mi camino en la psicología y la investigación, y más tarde me centré en la antropología, la terapia a través de las artes expresivas, el performance, el clown, la escultura, el teatro del oprimido y el trabajo psicocorporal o embodiment.
– Tatiana Guerrero
Desde la infancia, mi fascinación por el comportamiento humano y las emociones me llevó a explorar el mundo como nómada. He vivido en diversos lugares, desde Lima y Madrid hasta Dublín, São Paulo, Texas, Helsinki, las Islas Baleares y Barcelona. Esta experiencia me ha permitido profundizar en la psicología, la investigación y la comprensión del cuerpo y la mente. La inmersión en culturas tan diversas me ha enriquecido y me capacita para conectar profundamente con personas de diferentes realidades.
A esto se suma mi proceso personal de la mano de Mónica Sorín Zocolsky, Sue Morrison y otros maravillosos maestros. La conjunción de todo esto define mi enfoque de trabajo.
El arte me ha acompañado desde la infancia, siendo mi forma de ver y estar en el mundo. La poesía y la escultura me ayudan a transitar por diferentes sentimientos de manera saludable y son la base de mi expresión como ser humano.
En cada sesión, exploramos diversas inquietudes y temas integrando la expresión verbal, la escucha corporal, el arte, la introspección y la autoindagación. Juntos, fusionamos estas herramientas para iniciar un viaje interno profundo y reparador.
Disfrutarás de un espacio seguro y confidencial para que puedas explorar lo mas íntimo dentro de ti.
Expandirás tus perspectivas y multiplicaras tu visión al interactuar contigo misma/o y con los demás, experimentando la resonancia grupal.
Descubrirás tu libertad: elegirás entre caminos conocidos, limitantes, o nuevos senderos llenos de oportunidades, placer y creatividad para un futuro
lleno de vitalidad.
No se requiere experiencia previa ni conocimientos técnicos en arte.
Estoy haciendo un viaje precioso de aprendizaje propio mediante sus eficaces herramientas. Estoy orgulloso de mí mismo por haber aprendido a quererme, valorarme, de no temerle al miedo y de no castigarme. Ahora entiendo mis emociones y sentimientos. Me doy tiempo para gestionarlos, procesarlos y comunicarlos. Incluso, hago mi propia arteterapia. Llegue a consulta en estado vegetal, sin motivación, perdido. Ahora tengo muchas ganas de vivir, de ser el protagonista de mi vida. Tatiana, siempre en el coraçao. Gracias por todo.
Empecé terapia con Tatiana porque no me gustaba mi reflejo, sentía que la persona que veia proyectada en el espejo no era yo. No puedo estar más contenta con su asesoramiento, me he aceptado tal y como soy, con mis luces y mis sombras. He conseguido bajar la voz de mis complejos e inseguridades. Ahora me reconozco y me quiero. Con las herramientas que me ha facilitado por fin soy yo misma, me siento empoderada y me creo lo que valgo. Decidí ir a terapia con Tatiana por el método que usa, no tan convencional como otros. Utilizar música, acuarelas, colores, fotografía, instrumentos y escuchar a tu cuerpo, me ayudó a conocerme bien y cada sesión fue un descubrimiento.
Uno de los mejores momentos fue cuando mi espalda empezó a cantar. He tenido un gran dolor por muchos años y este ha desaparecido. No sé por cuánto tiempo, pero realmente ahora me siento libre.
Sentí cómo mi efervescencia surgía desde dentro. Este proceso ha cambiado mi vida y continúa haciéndolo, enfrentando mi timidez y mi vergüenza. He dejado de preocuparme por lo que los demás piensan de mí. Me siento realmente agradecido con Tatiana porque experimento libertad.
El proceso es como una metáfora, como la de la serpiente que deja ir su vieja piel y se queda desnuda y vulnerable. En realidad, ella sabe que su nueva piel tomará mucha más forma y fuerza. El proceso con Tatiana me ha ayudado muchísimo a abrir mis sentidos y a devolverme el gusto de saborear, oler y escuchar la vida.
Poco a poco, el peso, la bola negra que sentía en mi tórax, se ha ido y ha dejado espacio para que mi arte se exprese. El proceso ha significado mucho para mí. Es como si hubiera hecho clic de '¡Esta soy yo!'. Como si al poder expresar lo que me bloquea, ha nacido algo hermoso dentro de mí. Me siento revivir.
